Ruta circular de diez kilómetros en Tejeda de Tosande, muy cerca de Cervera de Pisuerga | El Diario Montañes

2021-12-27 11:05:32 By : Ms. Coco Zhang

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Ruta de los tejos milenarios de la Tejeda de Tosande en la Montaña Palentina. / M. Á. MIGUEL

El Valle de Tosande es una de esas zonas privilegiadas del Parque Natural de la Montaña Palentina. Los tejos, incluso milenarios, son parte del atractivo de la ruta que os proponemos esta semana dentro de las fronteras de Castilla y León.

Se trata de una propuesta circular de poco más de diez kilómetros, que permite aparcar el coche a dos kilómetros de Cervera de Pisuerga, en una zona apta para ello, e iniciar la ruta.

Encinas, robles, hayas y tejos, en una senda que permite, además de la flora, disfrutar de la rica fauna que presenta el parque natural. No es de extrañar que en las zonas más abiertas, las vacas pasten a sus anchas en las faldas de los 'gigantes' de la Montaña Palentina, como son Peña Redonda, de casi 2.000 metros, o el Pico de las Cruces, con más de 1.500 metros de altitud.

La actividad comienza en la carretera que une Cervera de Pisuerga con Guardo. En el kilómetro 2 está el aparcamiento donde estacionaremos el coche e iniciaremos la ruta por una pista. Tendremos toda la información de la ruta en un panel indicador, y durante la misma nos encontraremos con marcas y señales indicativas con nuestro destino: la tejeda.

Distintos momentos de la ruta de la Tejeda de Tosande. / M. Á. MIGUEL

Al poco del inicio de la ruta, y tras dejar una pista de uso agrícola, se inicia un ligero ascenso después de atravesar una pradera. A partir de este momento, los árboles adquieren protagonismo. Nos adentramos en el valle, y las encinas y robles envuelven el camino, convirtiendo a este un bosque de cuento de hadas.

El camino, en función de la época del año, puede estar 'tapizada' por una alfombra de hojas que pueden dificultar el paso, aunque la senda elaborada y la colocación de tablones de madera favorece el paseo hasta el mirador.

Unos cientos de metros después, el valle se abre y el paisaje montañoso nos recibe como un soplo de aire fresco. En este punto, d eberemos seguir la señalización hacia la tejeda, girar a la izquierda, en dirección a un hayedo que veremos en la ladera, denominada Ladera de Peña Orocada.

A partir de esta zona, los tejos comienzan a aparecer como cuentagotas y se mezclan con las hayas. Esta parte también 'pica' hacia arriba y en la parte final antes del miradro, unos rudimentarios escalones nos ayudarán a llegar hasta nuestro destino.

Finalmente, llegamos a la Tejeda de Tosande. Veremos un cartel que nos resume el recorrido circular y que nos pide que respetemos el entorno, dado el valor natural de los árboles que nos rodean, muchos de más de mil años de edad.

Tras finalizar el recorrido, llegamos al mirador desde el que se divisa Peña Celada, el Pico de las Cruces y la ya citada Peña Redonda.

Desde aquí, tenemos dos alternativas: regresar por el camino que hemos realizado para llegar; o coger una senda un poquito más salvaje y con una pendiente más pronunciada a través de un bosque de hayas. Llegaremos a un puente que vimos en la ida, y en el que -en el caso de escoger esta opción- nos sacará a la senda de la ida.