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Amor por el arte ... Cualquiera que se sienta en este dúplex madrileño es apasionado y auténtico. Tanto es así que ha guiado a la interiorista Leticia Martínez en la elección de colores que la realzan y, también, en el contrapunto que aportan las piezas retro. ¿El resultado? Un cóctel magistral.
En la entrada, la alfombra negra y azul como un paso de cebra anuncia, desde el minuto cero, que estamos entrando en un territorio donde la creatividad es bienvenida. Los propietarios de este dúplex madrileño albergan una colección de obras de artistas jóvenes y algunas consagradas que dejarán sin aliento a cualquier amante del arte que se produce en la actualidad. Integrarlo en el que sería su nuevo hogar fue el principal objetivo que le transmitieron a Leticia Martínez a la hora de decorarlo. De hecho, ha sido la única condición, porque el continente existente no se modificó: "Solo cambiamos algunos grifos, añadimos papeles pintados, sustituimos la encimera de la cocina ...", dice la interiorista. Siguiendo este criterio, los materiales y acabados pasan lo más desapercibidos posible, las paredes y techos se han mantenido en blanco neutro y el suelo de madera se ha protegido en casi todas las estancias con alfombras a medida de forma discreta. tono gris. Todo para centrar la atención principalmente en trabajos artísticos.
La lámpara de pie cromada y la pantalla perforada son del estudio del decorador.
En cuanto al mobiliario, Leticia Martínez destaca que "se eligieron muebles y objetos que cuentan historias". De esta forma, encontramos verdaderas piezas joya fechadas entre los años 40 y 70, como las esculturales sillas de Warren Platner, que añaden curvas al salón, el icónico asiento del italiano Joe Colombo o la mesa de bar Willy Rizzo. Otro factor que llama la atención es la profusión de acabados espejados en diversos muebles que arrojan puntos estratégicos de luz y que encuentran magníficos y brillantes aliados en los acabados en latón, bronce y vidrio de numerosos elementos decorativos. Un plus de efecto de lujo sumado a la poderosa atracción que, en mayúsculas, ejerce siempre el Arte Joven.
- El carácter neutro del continente: La pintura de paredes y techos, realizada por Tierra y Pigmento, las puertas interiores o los pisos de madera se han mantenido a raya para resaltar la fuerza del arte y ciertos muebles.
- El valor de los elementos textiles: Nada como los tejidos para centrar la atención en una habitación o renovar su estética. Este recurso se ha utilizado con éxito y encuentra el mismo criterio en el apartado de alfombras, la mayoría de ellas hechas a medida en su estudio.
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