Claves para decorar al estilo nórdico y triunfar

2022-09-10 14:05:49 By : Mr. Peter Wang

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El estilo nórdico nació a principios del siglo XX y vino de la mano de los países del norte de Europa como Finlandia, Noruega, Suecia y Dinamarca. Poco a poco, se ha ido introduciendo en el resto del continente hasta convertirse, en la actualidad, en la tendencia estrella en decoración de interiores.

A lo largo de las décadas, este estilo se ha ido depurando mucho, pasando de ser algo menos bucólico a más minimalista. Hoy en día, con su base funcional, bella, sencilla y natural, ha conseguido entrar en las casas de todo el mundo.

Lo cierto es que hoy en día es tendencia a la hora de decorar tanto las casas particulares como los locales comerciales, bares y restaurantes. Por eso, conocer cómo conseguirlo en tu casa es clave para darle un toque renovado a cualquier estancia y que tu cada se vea de lo más sofisticada. Descubre los mejores consejos e ideas de decoracion. 

En los países nórdicos, la mayor parte del año la luz natural es escasa y los inviernos son largos y duros, así que las características más esenciales de este estilo surgieron como una forma de contrarrestar la falta de luz. De ahí que en sus ambientes predominen siempre los colores claros, tanto en paredes y suelos como en muebles.

Por eso, cojines, mantas, alfombras y otros textiles y pequeños accesorios son los encargados de aportar la nota de color necesaria. Un salón de estilo nórdico, por ejemplo, es aquel en el que el blanco predomina, pero donde puedes encontrar detalles como lámparas, sillas o cualquier elemento decorativo de colores vibrantes.

Muchos materiales, texturas y motivos decorativos de este estilo provienen de la naturaleza. Elige muebles en madera natural, como las de abedul o haya, en colores claros para ayudar así a crear ambientes luminosos y relajados. Ahora, están muy de moda las fibras naturales por ejemplo en las sillas del salón o las cestas de mimbre, un accesorio de almacenaje, pero también decorativo perfecto para cualquier dormitorio.

A la hora de buscar textiles para decorar las estancias, opta por telas que provengan de materiales de la naturaleza, como el algodón, el lino o la lana. En cuanto a sus colores o motivos, aquí puedes darle un toque más personal. Como decíamos antes, una base en tonos claros admite color a la hora de elegir textiles y otros elementos decorativos. Los dibujos de flores, hojas y animales son perfectos para recrear el efecto que estamos buscando.

En cuanto al corte de los muebles se busca la sencillez: líneas rectas y depuradas combinadas con suaves y sinuosas curvas, aunque parezca contradictorio. Nunca debemos sobrecargar los espacios con muebles, sino que debemos conseguir un espacio limpio y a su vez práctico y funcional. Para darle un toque más dinámico a cualquier estancia opta porque los detalles sean de formas más curvas o irregulares. 

El estilo nórdico ha experimentado cambios debido a las influencias de otros movimientos y latitudes. En los últimos tiempos ha ido incorporando nuevos materiales más allá de la madera, como el cobre o el latón, elementos que le dan un toque más actual y contemporáneo. Pero siempre en pequeñas dosis, a través de lámparas, porta velas, bandejas o jarrones.

Otro material que combina muy bien con el cobre y la madera natural es el mármol, pero siempre en tonos blancos. Un ejemplo de su empleo puede ser como un accesorio para la cocina, por ejemplo: una tabla de cortar.

Los ambientes nórdicos siempre admiten otras piezas decorativas y muebles de un aspecto vintage o industrial. De esta forma, harás que la decoración sea más personal y conseguirás un ambiente más acogedor. Hazte con una antigua pieza de la familia y restáurala para colocarla en algún rincón de la casa; incluso puede que encuentres algo interesante para ello en un mercado de antigüedades.

Los estampados geométricos son muy empleados en el estilo nórdico, principalmente los creados en blanco y negro, pero también en cualquier otro color. Mantas, fundas nórdicas, textiles de cocina, alfombras e incluso en alguna ocasión las paredes, presentan esta estética regular y ordenada que aporta ese toque más dinámico a este estilo.

La descontextualización de materiales o piezas es otra clave del estilo nórdico. Se trata de darle otro uso no habitual a alguna pieza o accesorio, por ejemplo, unas maletas de viaje convertidas en mesita de noche, unos palés utilizados como cabecero, escaleras como estanterías… Aquí la imaginación y la creatividad representan un papel importante.

El papel pintado es, en muchas ocasiones, el protagonista de algunas de las paredes en un ambiente nórdico. Colócalo, por ejemplo, en dormitorios infantiles y conseguirás un toque más divertido, alegre en su decoración. Combínalo con guirnaldas decorativas, como vemos en esta imagen, otro elemento muy empleado en los dormitorios juveniles e infantiles.

Y como último apunte, añade un toque vegetal en la decoración de tu casa, sobre todo en los baños. Una planta siempre otorga viveza, alegría y calidez a una estancia. Haz del baño, una zona normalmente fría, un espacio más acogedor y cálido.

“Hygge” significa en noruego y danés acogedor, íntimo o agradable, las premisas que definen el estilo nórdico. Por eso, lo más importante cuando ya hayas amueblado tu casa es que añadas velas, mantas suaves y flores secas para darle el toque final.

El estilo nórdico en estado puro es aquel que prima la luz y el color blanco, aunque cada vez observamos más tendencias que se mueven por los tonos pasteles y los muebles de fibras naturales. Pero lo que nunca falla es que necesita que los espacios sean acogedores y transmitan esa calma que tanto lo caracteriza.

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