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Aunque actuaron Chucho Valdés y Andrea Bocelli, la música no fue la protagonista anoche en la cantera de Nagüeles, donde se celebró su ya clásica Gala Solidaria que todos los años organiza la Fundación Starlite. Los anfitriones, Antonio Banderas y Sandra García-San Juan, llenaron el auditorio, que estuvo lleno de celebridades, para apoyar algunos de los proyectos benéficos más relevantes de la provincia de Málaga, como la fundación Lágrimas y Favores, fundada en 2010 por el propio actor malagueño con el impulso de las Reales Cofradías Fusionadas de San Juan y gracias a la cual se han beneficiado estudiantes universitarios, enfermos de cáncer y personas en situación de exclusión social. La noche, suave, fue conducida por la presentadora Luján Argüelles, el actor Iván Sánchez y la modelo argentina Valeria Mazza, que fue la que dio tono al evento. El público, no obstante, solo tenía palabras y miradas para el actor Richard Gere, quien al contemplar la alfombra roja del photocall soltó un inesperado: «Uyuyuy».

La mujer del actor, la publicista Alejandra Silva, se mostró «contenta de participar en el evento». De hecho, afirmó, su marido solo acudió como acompañante en la que era su primera visita a Marbella. La protagonista era ella, por su participación en la ONG Open Arms: «Estoy muy emocionada porque después de la pandemia y de haberlo pasado tan mal, se reconozca una labor que no es solo la mía, sino la de todos los demas».

Como todos los años, hubo destacados galardones. Tardía en la alfombra roja y subida de emociones, Ana Obregón recibía el Premio Starlite por su interminable lucha contra el cáncer en niños y jóvenes a través de la Fundación Aless Lequio, que lleva el nombre de su hijo, fallecido a consecuencia de un sarcoma de Ewing.

Lo hicieron también la soprano Ainhoa Arteta, siempre vinculada a causas solidarias y a organizaciones como Unicef, para las que ha actuado de forma altruista. El propio Chucho Valdés tuvo que volver a subir al escenario para recoger el suyo, como también lo hicieron Carla Pereyra, que lleva ocho años liderando la campaña anual contra el hambre, o el actor y cantante mexicano Diego Boneta.

Enigmático, el director franco-británico Roland Joffé, autor de películas como 'Los gritos del silencio' o 'La Misión', subió también por su contribución a la organización Operation California, especializada en socorro en desastres a escala global.

La alfombra roja y el photocall, largo y sin ritmo, anunciaron la presencia de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, la del esperado actor William Levy, la siempre simpática Loles León, el director de cine y también actor Santiago Segura, Victoria Federica de Borbón, o Carmen Lomana.

Horas antes, la prensa fue convocada en la cantera para una ronda de preguntas con el propio Antonio Banderas, Valeria Mazza, y la presidenta de Starlite, Sandra Pérez-San Juan. También desfilaron Gunilla von Bismarck y su marido Luis Ortiz, o la presentadora María Casado, colaboradora de Banderas en el Teatro del Soho Caixabank.

El actor y director malagueño que cumplió 62 años el 10 de agosto y el sábado lo celebró «con amigos y familia». «Cuando ya se tiene una edad, uno prefiere la tranquilidad», reconoció. «Tengo una edad en la que solo me importa la verdad», añadió durante un encuentro en el que también habló de 'Gospell', el proyecto, que se presentará en noviembre en el Teatro del Soho junto a Emilio Aragón. «Para ganar dinero, hago películas; en Málaga me lo gasto», advirtió.

El resto de la noche fue una sucesión de sonrisas, halagos y conversaciones, punteadas por las diversas subastas que fueron sucediéndose, entre las que destacaron la de varias botellas de tequila Patrón, o 'La Madonna' de Pedro Sandoval, una reinterpretación posmoderna de la Litta de Leonardo, con un Yoda incluido, y que se ha convertido en NFT. Hubo pequeñas intervenciones musicales como las de Diego Torres y Juan Peña, un habitual en las fiestas de los famosos. Hasta Fran Rivera, vestido con guayabera, cantó con sus ocho amigos sevillanos, lo cual tuvo su punto.

Hubo pequeñas intervenciones musicales como las de Diego Torres y Juan Peña, un habitual en las fiestas de los famosos. Hasta Fran Rivera, vestido con guayabera, cantó con sus ocho amigos sevillanos de Una… y nos vamos, lo cual tuvo su punto. Acabado el photocall, comenzaron las actuaciones, la temperatura bajó a límites aceptables. Lo mejor, la llegada de Antonio Banderas en el coche que condujo Biden en la cumbre de la OTAN. Lo acompañaba su mujer, Nicole Kimpel, y Sandra García-San-Juan, que fueron recibidos por María Casado.