La fachada centenaria del edificio de estilo francés sorprendió a China Calé, creadora de @mindthegapchica y licenciada en Publicidad, mientras buscaba casas en un sitio online para mudarse con su marido y sus tres hijos. Por su amplitud, el valor de la propiedad le parecía bajo, y al visitarlo entendió el porqué: estaba decaído, por decirlo con optimismo.
Enseguida llamó a la arquitecta Lala Loviscek para que la acompañara a darle una segunda vuelta y su diagnóstico la alentó: se necesitaba una puesta a punto general, pero no estaban ante una situación irremontable.
"Si me das a elegir entre una casa con jardín y un departamento clásico, ¡no lo dudo un minuto! Siento que un depto de estilo francés me identifica de arriba abajo: desde mi ritmo de vida hasta cómo me visto."
Juntas empezaron un proyecto que llevó meses de trabajo intenso: Loviscek lideró la parte estructural –renovación de instalaciones de electricidad, gas y agua, puesta a punto de carpinterías y muebles de guardado–, mientras que Calé ideó cada detalle del interiorismo, que tiene una combinación justa entre elegancia de otro tiempo y diseño actual. “Fue un trabajo de hormiga que aún no terminó. Pero lo que veo es tal cual lo imaginé”.
Esta línea de pared tiene dos chimeneas con frente de mármol, ambas coronadas con espejos. Mesa de centro con tapa de Neolith ‘Calacatta Gold’ (Casa Lulú Design). Alfombra (El Espartano). Butacas con respaldo capitoné hechas a pedido (Bakana Interiorismo).
El equipo de Lala Loviscek reconstruyó las carpinterías carcomidas y las pintó de blanco. En el comedor, por su altura, se destaca la obra de arte vertical apoyada en el piso.
“En el día a día no usamos mucho el comedor. Por eso, decidí armarlo en lo que era un living secundario, para que dialogara estéticamente con el principal”
“Hay cosas que sigo sintiendo provisorias. Los ambientes son muy grandes, necesitan propuestas pensadas en altura, con volúmenes importantes. Todavía faltan muchos detalles, pero, como siempre digo, ‘la base está’”.
Con el mismo color y las mismas molduras, solo el picaporte advierte sobre la puerta.
Aunque con líneas negras sobre blanco, los dibujos dan sensación de “verde” por su motivo y por el tono del dintel.
“Quería un piso damero para fortalecer el estilo antiguo de la cocina. Pero como también me importaba que fuera canchera, la arquitecta me sugirió pintar el ventanal, la campana y los muebles bien oscuros”
Como estaba impecable, mantuvieron el revestimiento cerámico, que tiene su eco en las puertas replanadas. La arquitecta Lala Loviscek diseñó el mueble flotante para cortar visualmente la pared blanca. Los soportes de hierro tubulares acentúan un aire industrial, pero de época. Para no romper, instalaron el piso granítico sobre el existente. Solo hubo que cepillar las puertas para equiparar alturas.
Húmedos y destartalados, los interiores de placares fueron uno de los trabajos de fondo que encararon durante la reforma. Al que se ve en la foto le quitaron las puertas para hacer una biblioteca infantil.
Camas, lámpara de techo, cómoda vintage laqueada en gris con tapa de mármol y lámpara ‘Harry Potter’ (todo de Mesopotamia). Con la instalación de los doseles, la lámpara colgante y la biblioteca de grandes dimensiones, el interiorismo acompaña la gran altura del cuarto.
Este baño es el que la dueña de casa usa para maquillarse. Está tal cual lo recibieron; solo patinaron en color oro viejo la grifería de la bacha –copiando el tono de la ducha existente–. Como nadie suele ducharse aquí, aprovecharon para dejar la bañadera antigua a la vista, sin cortina, solo con un rol deco.
El mural potencia el estilo lúdico del playroom y sorprende tomando las puertas del placard Mural ‘Descanso de las garzas’ (Mercedes Costal).
En el toilette conservaron el equipamiento y sumaron el empapelado vinílico (Monas Interiores) que le dio una vuelta de tuerca al espacio.
“Había visto un respaldo similar online, pero como no encontraba quién lo tuviera con los bordes curvos, trabajé con una marca de muebles para lograr esta versión personalizada que se luce por su diseño, textura y color”, cuenta la dueña de casa.
“Nunca me había animado a pintar las paredes de colores, porque me canso rápido. Pero quería darme el gusto de tener un estudio rosa, sin ser rococó. Siento que encontré el tono justo”
Al sillón estilo Luis XV comprado hace años, China le va cambiando tapizado (ya fue verde agua y gris). Sobre él, cuadros (Bretxa Home). Como escritorio usa una mesa que estaba en el departamento cuando lo compró.
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