'The Last of Us Part 1': ¿Remake innecesario o regreso mejorado?

2022-09-17 12:17:36 By : Mr. Warren Huang

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Llega el polémico y esperado remake de la obra maestra de Naughty Dog, un remake conservador centrado en lo técnico que nos ha vuelto a llevar a vivir y sufrir de la mano de Joel y Ellie.

The Last of Us es ya una de las sagas más míticas de la historia de los videojuegos, y eso que todavía no ha cumplido 10 años. Sin embargo, poco tardaron Joel y Ellie en convertirse no solo en iconos del medio si no en el eterno ejemplo de como los videojuegos habían madurado su narrativa de personajes. La complejidad de sus personalidades y su relación era tan excepcional que costaba pensar incluso en películas del Hollywood actual que puedan equipararse a ellas. The Last of Us todavía no ha dado el salto al cine como si lo ha hecho su primo hermano, Uncharted, pero se convertirá en serie de HBO el próximo año 2023. Junto con el estreno de La casa del dragón, de hecho, nos regalaron el primer teaser.

A pesar de que en 2020, siete años después de la primera, llegó The Last o Us 2, es evidente que la serie se basará, al menos en sus inicios, en el primer título. Esa puede ser una de las razones de este controvertido remake. Controvertido porque el juego original, pese a estar cerca de los 10 años, sigue viéndose genial, especialmente en su remasterización para PS4. También porque su precio, 79,99€ de precio recomendado, parece demasiado elevado para un juego que muchos jugadores ya han comprado al menos una vez. Pero nosotros, que ya lo hemos tenido durante una intensa semana de prueba, ya tenemos nuestra opinión, nuestro análisis. Así es y The Last of Us Part 1, el remake de una obra maestra.

Lo primero que choca, y que indignó a muchos jugadores, es que a primera vista este remake tiene más de lo que solemos entender en la industria por remasterización, es decir, una actualización gráfica y visual. Sin embargo, si nos ponemos técnicos, lo que ha hecho Naughty Dog es un remake con todas las de la ley. El juego era y es una obra maestra, por lo que los cambios en el gameplay, la estructura y la historia sin muy mínimos. Sin embargo, se han rehecho todos los modelados de todos los personajes, las escenas cinemáticas ahora son renderizados en tiempo real y las expresiones faciales han mejorado unas actuaciones de voz ya de por si legendarias. The Last of Us no toca mucho el juego original porque, quizás, no hacia falta tocarlo. Decide, por el contrario, mejorarlo en todo lo que puede sin arriesgarse a cambiar su esencia.

No solo los personajes han sido rehechos, mejorando unas animaciones y unas cinemáticas que conforman lo mejor que ha hecho el medio en este apartado. La actualización tecnológica de los entornos es sobresaliente. Aquí la palabra remake vuelve a tener sentido, las habitaciones genéricas desaparecen y muchas se han llenado de elementos personales. Habrá, aventuramos, decenas de vídeos en internet analizando como demonios Naughty Dog ha hecho que los pliegues de una alfombra de una habitación random sea completamente interactiva con nuestras pisadas. El entorno está más vivo que nunca, y esto no solo se puede observar en el ray tracing o la más realista y oscura iluminación de los escenarios, también en su reacciones a nuestros movimientos y en el peso y la destrucción de todos los objetos del entorno.

Los afortunados que no se dejaron llevar por las rabietas tontas de internet y disfrutaron sufriendo con la Parte 2 descubrirán aquí que el juego tiene un punto más de dificultad que en su lanzamiento original debido a la mayor variedad e imprevisibilidad de los enemigos. En The Last of US Part 1, como en la Parte 2, es muy difícil ver dos partidas iguales ya que los enemigos se mueven e interactuación de formas realmente variadas y realistas. También se ha disparado el detalle en las áreas de impacto de los enemigos. El juego es más violento en cuanto a sangre y desmembramientos, pero también hay que incidir en la importancia en el gameplay de estos detalles. Ahora, como en los Resident Evil, quizás es mejor disparar primero a las piernas, dejar a los infectados arrastrándose, y ya luego apuntar a la cabeza.

También se ha mejorado la interfaz, heredada de la Parte 2, más sencilla y limpia para cambiar de arma y para cualquier indicación. En cuanto a PS5 de nuevo nos tenemos que rendir ante el DualSense, por ahora el verdadero golpe ganador de la nueva generación. Aunque Joel sigue sin poder arrastrarse por el suelo o esquivar golpes cuerpo a cuerpo tal y como Ellie hacía en la Parte 2, el DualSense y su vibración háptica hará que sintamos cada movimiento de manera más realista. En cuanto a los gatillos, disparar con la escopeta y especialmente con el arco se ha convierte en toda una experiencia que demuestra que Naughty Dog no hace, de nuevo, las cosas porque sí. Si además tenemos los Pulse 3D para disfrutar del sonido envolvente, mejor que mejor. Aunque, advertimos, soñar con los chasqueadores no es agradable.

Además de multitud de opciones de accesibilidad que siempre celebramos o cantidad de contenido extra desbloqueable, desde galerías hasta trucos como munición infinita o flechas explosivas, también tenemos que decir que el título incluye con la misma entidad de remake la expansión Left Behind. Un extra que quizás se perdieran aquellos que jugaron al título de lanzamiento en PS3.

A pesar de dedicarme, entre otras cosas, ha escribir de videojuegos, no ha sido hasta este 2022 cuando encontré tiempo para jugar al primer Red Dead Redemption. No fue hasta el 2020 cuando pude jugar al Final Fantasy 7, un título de 1997. Decir que todo el mundo que ya ha querido jugar a The Last of Us lo ha jugado ya es y debe ser una afirmación errónea. Especialmente cuando se trata de un título que, hasta ahora, era exclusivo de consolas PlayStation. The Last of Us Part 1 también estará disponible, además de en PS5, en PC, dándole a una enorme comunidad nueva de jugadores la posibilidad de descubrir uno de los mejores juegos del medio, y sobre todo a dos personajes y una historia de esas que dejan huella. Bienaventurados sean aquellos que han logrado llegar vírgenes de spoilers hasta este momento. Les envidiamos.

Por tanto, para no dejar de envidarlos, diremos lo menos posible de la historia del juego. Más que nada porque estropear sus primeros minutos a alguien que va a tener el privilegio de vivirlos debería estar penado con la cárcel. Digamos solo de la historia que sucede a lo largo de un año, a través de dos protagonistas. El primero es un hombre de unos cuarenta años llamado Joel y la segunda una joven de 14 años. Dos décadas después de que una pandemia que transforma a la gente en agresivos monstruos derrumbase la sociedad, Joel, un mercenario con bastantes malas pulgas y una visión negrísima de la vida deberá escoltar a Ellie, inmune y la probable cura para la infección, a través de un país donde lo más peligroso no son los monstruosos infectados si no la salvaje sociedad de supervivientes.

The Last of Us es un relato sobre la unión de estas dos figuras rodeadas de un caparazón creada por las continuas decepciones de la vida. Es una historia repleta de dolor y tragedia pero, y quizás esta sea la única verdadera razón de superioridad con su segunda parte, también de esperanza. Diálogos geniales in game y en cinemáticas, unas expresiones faciales del mejor nivel jamás visto en el medio y una magistral música de Gustavo Santaolalla forman esa narrativa que ha enamorado a millones. Sin embargo, un juego no sería bueno si no estuviese igual de bien precisamente eso, el juego. The Last of Us mezcla sigilo y acción en un gameplay tan conciso como diverso. La IA de los enemigos, la variedad de armas y la precisión justa y medida de los recursos y la munición hace que tus elecciones sobre cómo aborda cada situación cambien tu suerte y tu partida. En The Last Of Us, especialmente en el remake, parece que en cada playthrough pasa algo completamente distinto. Flechas, bombas de clavos, un revolver o un simple ladrillo pueden variar por completo tu suerte y tu forma de actuar.

Por contra, errores que ya estaban en el original aquí han regresado. El farmeo de recursos resta a la historia más de lo que le da, obligando al jugador precavido a andar contra las paredes y las esquinas de los escenarios para recolectarlos, perdiendo la narrativa gran parte de su potencia. También flaquean, como en la Parte 2, los apartados de puzle, destinados a coordinarte con tus compañeros para abrir puertas o alcanzar escaleras. Resultan vagos, aburridos y poco originales. Son pequeños males que, por supuesto, no arruinan la experiencia pero que manchan un poco las notas. Algo así como el aprobado raso en Ginmasia del empollón con todo sobresalientes.

The Last Of Us Parte 1 no será una experiencia nueva para todo aquel que ya haya jugado uno o varias veces al título de 2013 pero sí será la mejor forma de jugarlo a partir de ahora. Los nuevos jugadores descubrirán una obra maestra a más nivel del que lo harían si acudieran al título original. Los que quieran revisitarlo lo harán mejor que nunca. Sí, es el mismo juego pero el realismo que parecía, en un principio, que iba a restar expresividad, la suma. Las expresiones faciales, la mirada de Joel o de Ellie, nunca ha sido un recurso tan poderoso. La lucha, con una IA de los enemigos y acompañantes muy mejorada, da más variedad al ya de por sí diverso gameplay (para ser un juego realista, claro) y suma, además, inmersión en la historia durante el in-game.

Puede que este remake no fuese "necesario" para disfrutar de The Last of Us pero este sin duda lo merece. No lo necesita pero es un regalo que solo hace mejorar una leyenda. Ya decidirán los fans si esta mejora merece su precio completo o no, pero que una obra maestra como la que nos regaló Naughty Dog mejore es siempre un buen regalo. Si los cinéfilos celebran que la Cinemateca de Bolonia restaure a Charles Chaplin en 4k, y nos venda su blu-ray a precio completo cuando las películas están en Youtube, los jugadores no deben ser distintos. Además, será la ocasión perfecta para que todos los millones de usuarios de PC que no juegan en consolas PlayStation se acerque a la que sin duda será una de las experiencias jugables más inolvidables de sus vidas. Lo harán como lo hicimos los afortunados con una PS3 en 2013, con un título en las más altas cotas gráficas y técnicas del momento.

Naughty Dog ha preferido tocar poco o nada de lo que podría desvirtuar el título original, y es que si algo salió tan bien hasta por arreglarlo se puede perder gran parte de su magia. Los que ya habíamos jugado al título varias veces quizás nos quedemos con la duda de como sería un gameplay rediseñado con Joel pudiendo arrastrarse por el suelo o esquivar a los chasqueadores pero hemos de asumir que esa no ha sido la intención. The Last of Us Parte 1 no es un juego nuevo, es un remake casi impecable de un juego al que le podríamos quitar ese "casi".

Solo esperamos que, tras la llegada de ese anunciado título centrado en el multijugador que, recordemos, ha desaparecido en este remake, se centren en una Parte 3 que, esperemos, vuelva a recuperar en parte esa pequeña luz de esperanza que Ellie regala en este entrega, ahora más viva que nunca como la oscuridad en los ojos de Joel.