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Este apartamento ha sido renovado con un efecto espectacular: ahora tiene una gran personalidad, es luminoso, alegre, moderno y dinámico.

Estamos en el corazón de Madrid, en un antiguo piso reformado hace unos años y ahora sometido a un lavado de cara con fórmulas muy sencillas que han dado un resultado impecable. Las interioristas Mercedes Peralta y Mercedes Valdenebro han llevado a cabo una «reforma mínima a nivel de obra, sólo lo necesario para abrir el vestíbulo al salón y conseguir una mayor sensación de amplitud. Eliminamos algunas puertas de paso y, además, cambiamos el color de las paredes por una base muy neutra -blanco roto en las zonas comunes y papel japonés en el dormitorio principal-, lo que nos permitió dar rienda suelta a la creatividad a la hora de esbozar la decoración ».

La armonía se sumó a la transformación en la selección de tejidos, cortinas y tapizados, en tonos muy claros y naturales. Posteriormente, integraron diseños del siglo XX, piezas vintage que dan emoción, algunos muebles nórdicos y elementos hechos específicamente como la librería del comedor, factor que, sin duda, personaliza esta zona. «La casa responde a una mezcla de ingredientes que nos han enamorado a nosotros ya los propietarios, que tienen un criterio fantástico y participaron en muchas de las elecciones. Cada detalle encontró su lugar ”, explican los autores, quienes con mano magistral agregaron puntos de color vibrantes y decisivos a través de las obras de arte, alfombras o cojines.

- Una base claramente neutra. La pintura de las paredes, en color hueso con un punto gris, aporta luminosidad, además de resaltar la carpintería. Esta idea se suma a la tapicería de los sofás, las cortinas de lino y la superposición de alfombras, mientras que los pequeños detalles introducen notas de color. - Una estética tranquila. Mobiliario emblemático del siglo XX, de líneas amigables, se ha ido integrando de forma natural con diseños a medida.